Nuestra historia con la tierra contempla la armonía del tiempo y espacio con prácticas tradicionales que datan desde el renacimiento en el norte de Europa, mismas que se han esparcido por generaciones en varios continentes.
La mujer menonita siempre ha destacado por su labor en el cuidado de su familia, pero también de manera muy importante de sus huertos y las vacas lecheras.
En esta exposición de cerámica y pintura se combina la celebración de un ritual espiritual que es literalmente vivir de la tierra, la sororidad que conceptualiza el abrazo de la madre tierra en una idea de respeto hacia ese sentimiento maternal que la naturaleza nos aporta al crecer y reproducirnos.
La milkmaid es un homenaje a Johannes Vermeer (1657) y hacia nuestras raíces europeas en una actividad aún llevada a cabo por las mujeres de los campos en la cocina y las mesas en alusión a la cruz destacan la importancia de la cena comunal o el faspa, donde juntos agradecemos a nuestra madre tierra por su abundancia y ofrecernos los alimentos.
Verónica Enns